En Valencia el sábado

Hoy ha sido un día muy normalito. Sólo he hecho una foto y ha sido de la calle principal más cercana a casa porque vemos el río. Y me he dado cuenta de que desde mi ventana también se ve. Ha sido un día muy corto. No comprendo todavía porqué se pasan las horas tan rápidas en esta ciudad. Pero me he levantado pronto y desde el primer momento he estado contento. Me doy cuenta de ello porque he silbado todo el día. Voy relajado, andando por al calle tranquilo y sin prisas. Como esto siga así vais a tener que venir a recogerme con grúa.

Me gusta esta ciudad y el ambiente que se respira. A pesar de la miseria, de las cuestas interminables y de los escupitajos de algunos portugueses guarros. Ha vuelto a hacer mucho calor y esta noche he estrenado la temporada de piratas y sandalias. 

Esta mañana he terminado por fin el resumen del Tema 4 de un curso del doctorado y luego hemos ido a comprar. Qué rápido se acaba la comida. Pero tenemos muy buen rollo entre los tres y no hay ningún conflicto de dinero, de comida ni nada por el estilo. Ayer pusimos unas lavadoras y la ropa ha salido perfecta.

Luego hemos tenido clase. Hoy nos ha pasado muy rápida porque hemos jugado al bingo!. Yo he ido a hablar con nuestra responsable para decirle que me piro a Valencia porque tengo entrevista el día 12 y me ha dicho pues vete el fin de semana y he dicho, pues vale. Pensaba ir el lunes después de mi primer día de trabajo y volver el martes, pero antes esa invitación no me puedo negar.

Primero compré la vuelta: 12 de mayo Valencia - Madrid (Ryanair) 19:20 y Madrid - Lisboa (Iberia) 22:50. Llego a Lisboa a las 23:10, así que antes de media noche estaré en casa de nuevo.

Y al final la ida la he contratado para el sábado. Porque el viernes tengo clase y no quiero ir con prisas. Salgo a las 10 de la mañana hacia Madrid y allí...(atentos porque menudo día me espera, todo sea por ahorrar dinero) cojo el tren a las 15 horas y llego a las 18:25 creo. Así que tengo tiempo para salir, para quedar, para contar cosas, enseñar fotos, que me digais lo bien que me sienta Lisboa, ir a Mestalla, jugar a fútbol y etc, etc, etc. En total 80 ida y 80 vuelta. Yo me llevaré mi Mac y ale, a disfrutar del viaje, que nunca he ido en tren. 

Por cierto, tengo mi entrevista el viernes por la mañana. Me ha comentado mi responsable que es en una productora. Me gusta, pero hasta mañana no tendré el nombre de la empresa.

Luego nos hemos dado una vuelta por Lisboa, que por si no lo he dicho cada día me gusta más y ya me quejo de las obras y de algunas carencias  de la ciudad como un lisboeta más. Hoy en clase he tenido un buen día. Estaba ágil de palabra y he hablado mucho. 

A mediados de mes vendrá el "amigo" de María y a finales de mes creo que viene mi amigo Manu. Al menos eso me ha dicho. Así que aquí estamos con los brazos abiertos, esperando a la gente. Hay sitio aquí para dormir. Algo que os ahorráis. Y aún me quedan muchos sitios que visitar.

Pero, sin duda, lo más impactante del día ha sido la noche. A Miguel Ángel le gusta mucho el cine y encontró un ciclo de películas sobre Keneth Anger, un director muy raro que hace películas experimentales. Ha venido a Lisboa ha presentar su nueva película y hoy hemos ido a ver unos cortos que ha realizado a lo largo de su carrera. El cine se ha llenado (2 euros para estudiantes), pero habría tardado en vaciarse 20 minutos si no hubiese sido por la vergüenza de al gente. 

Yo no podría describiros lo que he visto. Unos cortos...En el primero enfocaba a cuadros y hacía zoom lento sobre ellos. Así cinco minutos. El segundo era...ni idea. Y vamos, el tercero apoteósico. Al menos 40 o 50 minutos de imágenes rarísimas. A todo esto sin sonido. Sólo música clásica que da un poco de miedo. 

Prácticamente no había movimiento en la película. Eran imágenes muy oscuras con gente disfrazada y haciendo cosas muy muy raras. Además, cuando creía que ya entendía el hilo de la historia, cambiaba todo radicalmente. Luego han habido dos cortos más con los que creía que me moría. Mientras tanto, la gente saliendo en masa cada dos por tres. Y al final nos ponen un mini documental sobre el nazismo. Porque, esto es otra, el director es gay pero simpatiza con Hitler y el resto de amiguitos. Cada vez que salía el bajito dictador, nuestro querido y amado director sonreía. Lo sé porque lo teníamos en la misma fila. Este hombre tiene 83 años y debe haber fumado mucha tiza porque no comprendemos cómo a alguien normal se le pueden ocurrir estas cosas. Lo peor es que la gente se ha quedado a la charla de después. La que nosotros hemos rehusado por motivos de salud. Que gente más loca. Os animo a que veáis algo de este hombre. Pero esforzaos por no dormiros que entonces no vale. Ya para acabar, Anger ha venido vestido con una chaqueta de estas de béisbol con su apellido grabado.