Post Javier

Y se marchó...

Javiercito ya anda camino a Valencia. Con retraso de casi dos horas en el avión de Lisboa-Madrid, pero ya va para allá. Se lleva consigo mucha fiesta, muchas horas andadas y unos pies más quemados que los muslatos de la noche vieja 2007.

Como resumen, os dejo que veáis algunas de las fotos que corresponden a lo que hemos hecho durante estos días.

Como escribí ayer, Javi ya terminó su visita a Lisboa. Mañana le toca el turno a Jesús, un amigo que hice en Canal Nou. Aunque no lo parezca no todo es malo dentro de esa televisión.

Hoy iniciamos la recta final de nuestra estancia en Lisboa. La llegada de julio, además da salida a las vacaciones de verano de mucha gente y aquí lo he notado más que en ningún otro sitio. El autobús estaba casi vacío, sin colas, ni empujones, ni abuelas histéricas porque no les funciona el bonobús.

Según se va acercando el final de la estancia parece que, o mis lectores se han aburrido o simplemente son unos vagos que se niegan a comentar nada. Así que como me aburre escribir y poner fotos para nadie, a pesar de que las encuestas si las contestáis (mamonazos) porque sólo hay que apretar un botoncito, voy a escribir menos y poner menos fotos.

Mi aportación al blog será directamente proporcional a la vuestra. Vosotros decidís cuánto queréis leer y ver...

Lisboa se hunde

Primero fue el terremoto, luego el incendio y ahora la inundación. Casi julio, verano y aquí no deja de llover. Comenzó el sábado de madrugada. Nos pilló en la fiesta del orgullo gay de Lisboa. Ya teníamos pensado ir desde hace tiempo así que allá que nos fuimos. La verdad es que esperaba más perversión. Supongo que por todo lo que había visto de la fiesta de Madrid, pero aquí son más moderados, al menos en la fiesta de la noche, porque el desfile nos lo perdimos mientras veíamos el Parque das Nações.

El sábado fue el día del orgullo gay y los portugueses lo celebraron en Belém. Al lado de la torre más famosa de la ciudad. Llegamos ya tarde, sobre la media noche y transportados por un eléctrico con dos travestis que cantaban fados. Estuvo muy animado porque la gente aplaudía y estaba lleno el tranvía. Cada vez que el conductor frenaba, los dos tipos disfrazados de mujer gritaban como si hubiesen visto un rata.

Lo primero que me sorprendió del lugar fue la cola que se había formado para mear. Seis urinarios para unas 5.000 personas. había un pequeño escenario y alrededor, formando una plaza, puestos con informaciõn y bares con comida y bebida. Estaban haciendo unas actuaciones cuando llegamos. Fuimos Álvaro, João, sus amigos, su prima, Javi y yo.

Luego llegó lo mejor de la noche porque salió al escenario la Terremoto de Alcorcón, a la que nunca había visto ni oído y me encantó. Qué letras, que movimientos! jaja. Muy chulo. Se me olvidó que estaba rodeado de gays jeje. A javi y a mi nos tocó uno delante bastante pesado, que no dejaba de moverse y más de una vez nos vimos tentados a decirle: "Tú, maricón, quietecito" Pero claro, podríamos haber salido escaldados de allí. La terremoto tuvo recuerdos para todos los gays españoles allí presentes, pero no se acordó de los heteros. Pero bueno, el sábado era su día. Me encantó el chico que iba con ella, disfrazado de mujer, con peluca y barba. Menudos bailes se pegó. Creo que en cuanto vuelva me bajaré canciones de ella.

No cantó demasiado pero se despidió no sin antes recordarles a todos que son maricones, boyeras, tortilleras, etc...

Después de eso, la improvisada plaza se vació un poco y pusieron música más electrónica. De vez en cuando chispeaba, pero hubo un momento en el que las gotitas se convirtieron en tormenta de verano. Cayó con tanta fuerza que en unos minutos estábamos completamente mojados bailando bajo la lluvia. Fue genial, exceptuando que hacía viento y, por tanto, frío. Cometimos un error al refugiarnos debajo de un árbol, porque al bailar entrábamos en calor y bajo la vegetación sólo conseguimos frío.

Finalmente, tras más de media hora de lluvia intensa, bajo la que muchos siguieron bailando, conseguimos resguardarnos bajo un bar. Al rato cesó la lluvia y nos marchamos para coger un autobús. Mojados hasta los pies pero con la sensación de haber pasado una noche genial, nos fuimos a la camita.

Javi continúa aquí

Buenos días!!

Ya he pasado la primera noche por estas tierras. Nos levantamos no muy tarde y yo me levanto como resacoso, cosa mala. Álvaro está cocinando, me dice que no es su desayuno, menos mal, revuelto de verduras y lo que parece ser un principio de molde donde meter las verduras (¿posible quiche?). El día acompaña de aquella manera, pero al final el sol hace acto de presencia y nos ponemos los bañadores y a la playa que vamos. Como somos así de guays, nos vestimos de semáforo, Álvaro de amarillo, Miguel de verde y yo de rojo (¿qué pasa?), pero la gente no nos hace fotos por la calle, será algo normal aquí. Cogemos un autobús, en el que yo pago con sonrisas, y llegamos a la estación de trenes, porque tenemos que coger uno hasta nuestro destino: Estoril.

Allí seguimos la marea de gente para que nos guiaran por el buen camino hasta la playa, y así ha sido, qué majos! Una vez allí buscamos un sitio despejado en el que poder tomar el sol tranquilamente y demás cosas típicas de las playas. El agua estaba fresquita, se podía soportar, aunque el fondo rocoso hacía que andar con normalidad fuera complicado, nos hemos bañado varias veces. El día transcurría con normalidad hasta que ha aparecido un grupo de cuatro hombres con un cámara, un tío que llevaba un felpudo en un palo (Miguel dice que era el encargado del sonido) y una chica con una carpeta. No entendemos cuál era la finalidad de lo que grababan, pues después de hacer estiramientos, jugar con una pelota, han acabado tirándose al agua en plancha...y sonaba com0 cuando cascas un huevo!

A eso de las 18:00 nos hemos ido, ya estábamos cansados de tanto sol. Y bueno, poco antes de coger el tren de vuelta comenzábamos a ver los efectos de la radiación sobre nuestra piel, así que yo pensaba comprar (porque la cosa ha quedado en pensaba comprar una cosa que ha resultado ser otra) aftersun o hidratante en el súper de la estación. Compramos comida y la supuesta crema hidratante y nos vamos a por el autobús...que esperamos durante más de media hora larga. Imaginaos la situación, un atuobús de los más utilizados en la ciudad que no llega, la cantidad de gente que se ha acumulado no es normal. Pues bien, aquí tienen la costumbre de hacer cola, conforme llegas te colocas detrás del que hasta entonces era la última persona. Como nosotros hemos sido de los primerísimos en llegar, la gente se colocaba detrás de mí...follow the lider! Y así ha sido, paso que daba, paso que daban los de atrás...casi les hago bailar el aserejé, pero abundaba la gente mayor.

Por fin estábamos en el autobús (pago con otra sonrisa), cansadísimos, con arena entre los dientes y con las zonas que antes amenazaban con hacernos recordar el día en la playa escociendo, he decidido utilizar mi maravilloso bote de "crema hidratante" de 500 ml marca la patata sobre mis piernas. "Qué alivio noto Miguel...huele a jabón!!!"...¿huele a jabón?, desgraciado de mí que no sé leer: "Sabonete Líquido Ultra Hidratante"...bieeeeen!!!! Por lo menos me ha aliviado y sorprendentemente se ha absorbido bien, hasta que ha empezado a acartonarse y andaba como Pinocho. ¡Qué olor a jabón, qué autobús más limpio!

Pues ahora estamos ya duchados, Álvaro viendo Buffy, Miguel preparando la cena y yo actualizando su blog desde el balcón, prácticamente donde hacen vida los habitantes de Lisboa, al menos en este barrio (la gente desaparece de las calles a eso de las siete de la tarde). Esto es todo de momento, vamos a cenar y a prepararnos para una noche de viernes en alguna zona de marcha. Ea pues... ate logo!!

Javi ya está aquí

Hoy toma el poder del blog Javi, Miguel pasa a ser simplemente el que pone el nombre del cacharro este.

Ya me he reunido en Lisboa con Miguel. Después de dos vuelos, 6 horas de espera en Barajas, tropezarme con uno de los Matamoros, una tipa de ryanair de lo más estúpida y una sorpresa de 42 euros de multa, llegaba a la capital lusa a las 15:20 (hora local) de ayer. Sin demasiado cansancio me abría hueco entre los pasajeros de los aviones aterrizados para encontrarme con Miguel...y allá que estaba, sin cartel de bienvenida ("sosinho" creo que es la palabra que emplearían aquí). Enseguida cogimos un bus camino a su casa y empecé a recordar mi anterior paso por Lisboa, los adoquines continuaban allí.

Por fin llegamos a su casa y me pude duchar (cargar con una maleta, una bandolera y un cuerpo cansado por unas calles empinadas hicieron de mí un despojo andante). Una vez pude recobrarme como persona humana, decidimos dar una señora vuelta por la ciudad, ANDANDO por supuesto. Visitamos varios miradores, y en cada uno de ellos yo aseguraba haber estado, cosa que era mentira, pues el único mirador que visité en mi anterior estancia en Lisboa es uno al que no fuimos, pero...volveré!!! Siguiendo con nuestro paseo, acabamos en vodafone. Miguel tenía que recargar y yo quería ver si me podían solucionar lo de mis llamadas, porque intentaba llamar y me salta una mujer con un polvorón en la boca que no sé qué me dice, pero vamos, no puedo llamar a mamá. Ya de vuelta a casa quedamos con algunos de sus compañeros y ya para casa, previo paso por telepizza para comprar dos pizzas que Miguel convirtió en dos revueltos de pizza (nota personal, y para todos aquellos que se la quieran aplicar: si llevas pizzas en la mano, lleva las cajas en posición horizontal, nunca vertical). Buenas noches!!

Esperando a Javi

Mañana una comitiva formada por mi irá a recibir a Javier González. Durante los próximos cinco días, este caballero nos honrará con su presencia. No prometo que vuelva a Valencia, eso es cosa suya.

Y mientras llega su avión, aquí seguimos trabajando día a día. Si queréis ver parte de mi obra, entrad en Siglo XXI (que seguro que hace mucho que no entráis) o en la web de Digital Azul. Ahí desde ayer está disponible la versión en español y que estoy traduciendo yo. Me han prometido que en el primer trabajo que reciban desde España, me corresponderá el 5% de las ganancias. Espero que sea muuuuy grande ese trabajo.

Os voy a dejar algunas fotillas que voy a coger al azar y sin mirar. Espero que no estén repetidas. La primera es la magnífica foto que nos hizo una camarera. La segunda es del mirador de Santa Lucía. Esta de aquí abajo es en Belem.

Esta es también en Santa Lucía. El mirador queda a la derecha, hacia abajo Rossio, a la izquierda el Castillo y en frente mi casa.

La lavadora ya la tenemos arreglada. Álvaro compró la pieza rota y yo la substituí en la puerta, así que ya lavamos sin problemas.

Y he vuelto a conectarme desde el balcón. Eso sí, un poco paraonico, porque en cuanto oigo un ruido parecido al agua, me retiro dentro de la habitación.

Aquí ya empiezan las vacaciones. Algunos ya están de descanso y los niños ya no tienen colegio. Se nota la llegada del verano, aunque llegó ya hace varias semanas. Esta tarde nos vamos a ver la semifinal de la Copa Confederaciones que disputan España y EEUU.

Esta es la entrada de la academia.

Un dato: Además de escupir al suelo, sobre todo la gente mayor, a los protugueses les gustan mucho los tatuajes. Y no son de hacerse sólo uno, los jóvenes suelen llevar varios.

Porto

Buenos días!

Después de abandonar el blog durante unos días por exceso de fiesta, hoy lunes vuelvo a actualizar sin que sirva de precedente.

El fin de semana lo hemos pasado en Porto. Yo ya estuve como todos sabéis, pero fuimos sólo dos días y una noche. El sábado llegamos en tren (3 horas desde Lisboa) a mediodía y después de comer visitamos todo el casco histórico de la ciudad. Aún nosé porque pero ví la ciudad con más luz y más alegre que cuando la visitamos en marzo.

En el río había gente bañándose y otros se paseaban con las motos acuáticas haciendo gala de su equilibrio y poca inteligencia.

Por la noche fuimos a cenar a un bar al borde del río, en el que ya estuve en marzo y comí genial, pero esta vez había más gente y la comida no fue para tanto. María y Álvaro se pidieron unas franzesinhas y no les gustó. Luego nos fuimos hacia la zona de fiesta pero Porto no tiene demasiada fiesta, así que nos apatanamos. Yo me retiré el primero porque el dolor de cabeza que me había acompañado todo el día no remitió.

En la habitación de un hotel enorme, por 12 euros la noche y con desayuno incluido, caí redondo mientras los mosquitos me remataban. Llegó Albert un poco más tarde, luego María y por último Álvaro ya para desayunar.

De allí fuimos al Museo de arte contemporáneo. La caminata fue increíble bajo un calor asesino. Ayer podríamos habernos derretido en cualquier momento. Después de comer y descansar sobre el césped, fuimos a la Casa da música, un edificio nuevo de forma indescriptible pero construído por un arquitecto con una inteligencia espectacular. Todo está pensado para dar facilidades y aportar comodidad a los visitantes. Carlos seguro que espera impaciente las fotos del edificio.

Después de aquello volvimos al centro para ver el río por última vez y a los chungos paseándose sin camiseta por el paseo. María se encontró allí con nosotros después de pasar el día entero en la playa (sin comentarios...).

Y hoy ya estamos trabajando de nuevo. Llegamos a Lisboa pasadas las once de la noche. Tenemos estropeada la puerta de la lávadora. Ayer la quité para tratar de arreglarla pero hay que cambiar una pieza que va a intentar conseguir Álvaro en alguna ferreteria. Mientras tanto, me parece que me toca lavar a mano porque estoy con escasez de ropa.

Javi!! Ya tienes la maleta??

Mac Nuevo

Hola gentecilla. Pocas cosas os puedo contar de estos días. 

Lo más importante... que ya tengo el ordenador nuevo!! ueh!!

Está muy chulo ya me estoy adaptando a él. Por aquí estamos preparando el viaje a Porto que haremos este fin de semana. Sólo nos quedamos una noche, que es lo que me ha decido a ir, porque como ya estuve en marzo no me apetecía demasiado gastar dinero para verlo otra vez. 

Y bueno, poquito más, que hace mucho calor!!

A ver si mañana pongo alguna foto aunque no tengo nuevas.

Fin de semana

Hola!

Todo un fin de semana sin saber de mi... Habéis podido vivir? 

Yo si he podido y además contento porque en breve tendré a mi nuevo ordenador junto a mi. Me han dicho que él está ansioso de recibir toda la información que le espera en el disco duro.

Del fin de semana poco que contar porque hice poco, aunque durante mucho tiempo. El viernes se celebró San Antonio, patrón de Portugal, por todo lo alto. Hubo una concentración de gente espectacular, con calles cortadas, puestos callejeros en los que vendían carne, sardinas y bebida, y pocos meaderos. Vascas, cántabros y valencianos nos reunimos en el mirador de Santa Lucía, cerca de casa. Ya nos costó llegar. Cenó cada uno en su casa y bajamos hasta allí regateando a la marea de gente, pero según pasaron las horas, como por la fuerza de la gravedad, la marea siguió subiendo y, cuando decidimos marcharnos de allí, todavía no se sabe porqué, el paso era casi imposible. En apenas 200 metros, nos perdimos unas cinco veces. Paramos otras tantas o más. Fuimos empujados, arrastrados, manchados y pisados. Por suerte nadie cayó al suelo porque no se habría podido levantar. Todo esto con la policía al lado. Para que os lo imaginéis: Fallas, 2 de la madrugada en la calle con más adoquines de El Carmen. Abarrotada hasta los topes y en bajada...

De momento no dispongo de fotos del evento porque no quise arriesgarme a perder la cámara, vista mi buena suerte en Lisboa. Vamos que lo que se preveía un fiestón acabo siendo decepcionante, posiblemente por nuestra ignorancia. Al final conseguimos bajar hasta Rossio y de allí unos fueron a otro barrio y otros nos fuimos a casa. Yo volví andando. Un señor pateo me hice pero descubrí que la fiesta de verdad la teníamos al lado de casa y del río. Un lugar espacioso, con música y bebida, sin aglomeraciones ni agobio.

Os voy dejando fotos del Algarve y la plaza de toros de Lisboa. Aquí no matan al toro.

El sábado nos levantamos tarde y por la tarde, valga la redundancia, fuimos al festival Pointe to Point, organizado por la empresa de María (Alkantara). Llegamos al Museo de Oriente y nos encontramos con un grupo selecto de artistas hippies y guarruzos. También estaban mis compañeros grabando el festival. Vimos sólo una actuación... menos mal. Era un asiático bailando. Nos bailó tres veces lo mismo y además nos puso unos gráficos sobre los gustos de la gente respecto a sus bailes...

De allí a casa y por la noche nos reunimos en el estudio de Enok. Recordáis un chico que conocimos un día que no cae demasiado bien? Ese. Sus fiestas si que nos caen bien. Hace arquitectura así que el estudio es grande. Estuvimos los de siempre más los andaluces (que son casi todos gays) y los de Cuenca (aquí hay de todo). Acabamos en el suelo jugando al "yo nunca...". No estaba María, de cena con los de su curro ni Álvaro, de barbacoa.

Luego salimos a la calle en el barrio de Bica y ahí nos quedamos hasta que se apagó la música y la comida. Hubo algún que otro intento por entrar a alguna discoteca. Pero después de las cuatro ya no es posible encontrar alguna gratuita. A casa, andando otra vez pero acompaãnado. Me fui con uno de Cuenca del que no recuerdo el nombre jeje.

Y el domingo, dormí hasta tarde y estuvimos todos de relax. Por la tarde yo me decidí a ver el partido de España con Rodrigo y Leticia. Llegamos tarde y nos perdimos cuatro goles. Cuando me fui de casa, Ponho todavía dormía porque él y Alex desaparecieron de la fiesta y aún no sabemos dónde fueron. Hay muchos rumores circulando...

Y ahí se acabó el finde. Hoy de nuevo a trabajar. Estoy traduciendo la web de mi empresa a castellano. He empezado con ganas pero me abuuuuro.

No Algarve (En el Algarve)

Ya hemos vuelto de la escapadita al Algarve. Yo yo, como único bobo, estoy trabajando mientras el resto duermen a pierna suelta.

Os cuento los acontecimientos de final a principio porque así lo han querido las fotos.

Llegamos a Lisboa a la 1 de la madrugada de esta pasada noche y dejamos a cada uno en su casa. Fuimos a dejar la furgoneta Álex, Ponho, Ana y yo. Y una vez aparcada y metido las llaves en el buzón, Álex se dio cuenta de que se había dejado la cartera dentro...

Antes, por la mañana, nos levantamos con toda la tranquilidad del mundo. Estábamos muy cansados después del primer día de playa. Nos dividimos en dos hostales. Los 4 valencianos en uno y los vascos-cántabros en otro. Mientras esperábamos a que estos pasasen a por nosotros, fuimos a dar una vuelta por Lagos, ya que sólo lo habíamos visto por la noche. Es una pequeña ciudad de cien mil habitantes con un casco histórico volcado al mar y preparado para el turismo inglés. Todo en el idioma de Shakespeare hace que te sientas en cualquier otro sitio excepto en Portugal. 

Nota: Aquí desapareció Madeleine. 

Nota 2: No la encontramos.

Después de ver la muralla, el fuerte más pequeño del mundo y el puerto, volvimos al hostal dónde nos recogieron con la furgoneta dirección Sagres. Además de ser la marca de una cerveza se trata del punto más occidental de Europa. Es decir, la última punta antes del Atlántico. Y es imponente la fuerza del viento y del mar. Daba miedo asomarse a los acantilados pero a la vez suponía una inyección de adrenalina y fuerza. El pueblo era...un pueblucho con dinero gracias al surf.

Por suerte, el viento no nos tiró al agua a pesar de andar muy bien calzados con chanclas playeras. Hicimos la parada para la comida en Vila Do Bispo. Nos hicimos amigos de un perro y de muchas hormigas. Y además conseguimos quitar una raya naranja que algún coche nos hizo acercándose demasiado a la furgoneta. Así que contentos y felices nos fuimos hacia Aljezur. Allí nos metimos en una playa con mucho oleaje y bandera roja debido a la resaca. Sólo llegamos a meternos hasta al cintura y ya nos costó salir del agua.

La playa tenía una característica que la hacía preciosa y es que estaba rodeada por montañas y tenía dunas, pero a un lateral se creó una abertura que hizo que el mar entrase en la tierra formando un lago natural con corriente procedente del mar. Un lago con agua salada y perfecto para disfrutar tranquilo. Después de la siesta nos trasladamos hacia Sines. Esa era la intención pero comenzó a anochecer y queríamos verlo, así que hicimos parada en una playa increíble que no recuerdo el nombre (pero lo buscaré). Allí cenamos, luego llegamos hasta Sines ya de noche y de ahí fuimos directos a Lisboa.

A Lagos llegamos sobre las 2 de la madrugada del martes. Nos repartimos en los hostales y salimos a pasear. Vimos enseguida que el horario inglés nos perjudicaba y que nadie nos iba a hablar en portugués.

A la mañana siguiente fuimos a una punta de la costa muy visitada. Esta zona tiene características del Mediterráneo porque hay un golfo en el que el agua es muy tranquila, aunque fría y muy profunda (última foto). Desde ahí fuimos a la playa más próxima que es Praia do Camilo. Es esta de las fotos y es increíble. Son calas preciosas, de agua transparente, arena y rocas por las que colarse para nadar entre los peces. Álvaro y yo descubrimos varias calas inaccesibles por fuera del agua.

Aquí estuvimos hasta las 6 de la tarde. Si os fijáis en la foto de arriba, cuando llegamos (12h) el agua estaba unos 10 metros de la roca de la esquina inferior izquierda, pero cuando nos marchamos el agua ya rodeaba toda esta roca.

Luego fuimos a una playa algo más alejada y parecida a la Malvarrosa, por el tamaño y la gente que había. Estuvimos jugando a fútbol y luego volvimos a casa.

Por la noche poca cosa. La fiesta no era demasiado grande y los ánimos tampoco estaban para mucho. El sol, la arena y el viento nos han dejado destrozados a pocas horas de que empiecen las fiestas de Lisboa. Y yo trabajando...

Al Algarve!!

Quien votó porque Miguelito tendría un portátil nuevo acertó. En mi casa ya espera un nuevo Mac Book, nuevo modelo.

La semana que viene lo recibiré con los brazos abiertos para llenarlo con todos los datos y programas que tengo en la memoria externa.

Hasta entonces, me piro al Algarve a disfrutar dos días. Sin más dilación me despido del blog durante dos días. Volveré para poneros muchas fotos y los dientes largos.

Aleeee, ta luegoooo.

Resultado encuesta

El resultado de la encuesta ha deparado igualdad entre "le darán uno nuevo" y "le reparan el ordenador". Ayer por la tarde me llegó la factura y asciende a unos 1.200 euros. Por tanto, es más caro que el precio del ordenador. Fui al Corte Inglés de aquí y en cuanto vieron que tenían que darme uno nuevo me remitieron a España. Encima haciéndose el gracioso me dice "así visitas a tus padres...".

Pues eso, ahora la factura está en España y todo depende de los señores y señoras aseguradoras del Corte Inglés de Valencia.

Continuará...

Évora

Ayer domingo, Álvaro y yo nos levantamos temprano para visitar Évora. Se trata de una bonita ciudad medieval situada en la región del Alentejo. El viaje en bus de aproximadamente una hora y media se hizo corto. Pudimos acomodarnos en los asientos traseros del automóvil ya que apenas viajamos 20 personas.

Llegados a Évora, el paisaje de alrededor de la estación, poco hacía prever lo que íbamos a ver más tarde. Fuimos andando hasta el centro de la ciudad, subiendo calles, como no. Pasamos por la plaza central y la catedral y nos tropezamos con una actuación de marionetas (se celebraban este fin de semana actuaciones por toda la ciudad). Poco después llegó João, amigo de Álvaro. Estudia en Lisboa pero es de Évora y estuvo de erasmus en Valencia durante seis meses, así que no tenemos ningún problema para comunicarnos.



Tuvimos la suerte de contar con él como guía, así que recorrimos la pequeña ciudad como si ya l conociésemos, sin perdernos y directos a lo que había que ver. En realidad había que verlo todo y lo recorrimos casi todo, porque la ciudad está rodeada por una muralla al estilo de Ávila. Pero es más bonita porque tiene más luz y más espacio entre las calles. Vimos la catedral, el monasterio de los franciscanos que cuenta con una capilla hecha con huesos y calaveras humanas, la Sé, el foro romano, la muralla, algunos jardines y muchas calles estrechas con encanto.



Prácticamente, antes de comer lo habíamos visto todo. Nos deshicimos del hambre un bar del centro del pueblo. Por 4´5 euros comí un buen plato de carne, ensalada, patatas y arroz. Después acompañamos a João a votar y de ahí nos marchamos en coche para ver el acueducto, mirar Évora desde unas vistas espectaculares en la montãna y visitar unas piedras antiguas.



Nos gustó bastante y salió un buen día. Algo que no podemos decir hoy porque llueve y hace frío. Volvimos a Lisboa en tren mientras nos alcanzaba la tormenta que hoy sigue sobre la capital de Portugal.
Álvaro y yo trepamos por el foto para hacernos una foto lo más cerca posible. Estaba prohibido pero en ausencia de seguridad... Luego a João no le sentó mal. Dice que estábamos profanando el pasado de su pueblo jeje. (A qué podría estar en Grecia eh!)



Y bueno, luego llamamos a la puerta de la Sé por si nos habrían pero había que pagar y les dijimos: "Muy bonita, hasta otra". Si es que ya hay que pagar hasta para rezar. Lo que me gustó de esta ciudad es que tiene aseos públicos muy bien cuidados y gratis (importante dato)



Y de momento hoy hay poco trabajo. Me he mojado esperando el bus y la realidad es que tengo muchas ganas de que llegue mañana por la noche para irnos al Algarve. Las previsiones del tiempo dicen que tendremos buen tiempo, calor y solecito.
Entre hoy y mañana, si no ocurre nada, debería conocer el estado de mi ordenador y sabré si me lo arreglan o me dan uno nuevo. O ninguna de esas dos.

Sábado sabadete, a trabalhar

Buenos días desde Lisboa. Hoy tendremos un día gris con presencia de nubes y algún que otro chaparrón intermitente. Las temperaturas continuarán altas con tendencia a suavizarse hacia la noche.

El aburrimiento de Miguel puede ir en incremento puesto que trabaja de nuevo el sábado. Desde las nueve llevo aquí y aún no hemos empezado (son las diez y media). Os dejo unas fotillos para que veáis. Últimamente la cámara ha salido poco de casa porque tampoco ha tenido posibilidad de fotografíar nuevas cosas y las que quiere fotografiar no tiene tiempo para ir a verlas.

Así que a la espera, impaciente, de que llegue el martes y nos marchemos al Algarve, mi consuelo es que mañana es domingo y descanso. Ayer no hice nada especial. Tengo agujetas en los "isquios" del día que me fui a correr.

Parece que la maldición va remitiendo y, a falta de buena suerte, siempre puedo decir que no fue a peor. Lo mejor es que se acaba la semana.

Esta es una de las vistas desde un mirador lisboeta. Este es el mirador de Graça, probablemente el mejor y el más cercano a mi casa. Los que visiten la ciudad tendrán la fortuna de hacer la ruta de los siete miradores, aunque me pongo a contar y creo que me falta alguno jeje.

Este es otro mirador. Este da directamente al río y es dónde más gente se reúne. Entrar en este mirador es entrar en un mundo de olor a hierba y no es césped.

Este es el tranvía, pero es uno que sólo sube y baja. Hay cuatro en la ciudad de este tipo y están en las zonas en las que hay que salvar un gran obstáculo de altura.

El miércoles por la noche estuvimos en este otro mirador cenando bocadillos. También está cerca de casa y es, quizás, el que más personalidad posee. Tiene un jardin pequeño y un intento de sombra creado con vid. Estas fotos las hice cuando la cámara ya no tenía botón de disparo y utilicé un palillo.

Esa gente que hay ahí son un grupo de españoles e italianos que se pusieron a hacer barbacoa en medio del mirador. Esto es Lisboa y todavía no he visto ni un policía cerca de mi barrio. Dicen que si te estás muriendo es mejor que llames antes a la funeraria que a la policía, porque te puedes morir esperandoles.

Mejorando

Viernes por fin!! Se acaba la semana!! Menuda semana!! Y llega el finde... aunque mañana trabajo. Tengo grabación de unas escenas. Espero no acabar muy tarde porque sino me va a dar algo.

Ayer cambió por completo el ritmo de la semana. Me levanté descansado y con mejor cara que los días anteriores. El autobús fue puntual, pude sentarme y en Digital Azul estuve más relajado debido a la menor carga de trabajo. Por la tarde me marché con unos de los tantos Joao que trabajan aquí, hacia la empresa con licencia Mac en Lisboa.

Después de perdernos unas cuatro veces, llegamos ante una rubia rumana que hablaba muy bien el portugués, pero que lo escribía bastante mal. Nos contó que sólo por dejar el ordenador para ver cuánto me iba a costar la factura, eran 90 euros. Qué remedio... Espero que pague el seguro. Allí se quedó mi pobrecito ordenador y el martes como tarde, dijeron que me avisarían. Así que una cosa menos.

Cuando salí de trabajar me fuí a comprar y luego a correr. Necesitaba hacer deporte y me destrocé. Más de mes y medio sin hacer nada y exprimí mis piernas hasta que no pude más. Lo peor fue subir la cuesta para volver a casa, creía que me caería rodando para abajo. En casa puse una lavadora y me hice un bocadillo antes de partir hacia Bairro Alto. Allí me encontré con vascas, Álex, Ponho y su amigo Chus. Al que aún no conocía a pesar de llevar tres días en Lisboa porque no habíamos coincidido. Allí estuvimos hasta las dos que nos volvimos a casa. Ainara, Ana y yo cogimos un taxi cuyo conductor pensamos que iba un pelín borracho. Pero llegamos sanos a casa. Y ese fue mi día de ayer.

Hoy ha amanecido nublado y cuando he cogido el bus se ha puesto a llover, aunque sigue haciendo bastante calor. Ánimo! Que el martes ya esta ahí y nos vamos al Algarve!! Ahora que lo pienso nosé si había comentado algo de esto...

Bueno pues que nos vamos al Algarve del martes 9 por la noche hasta la madrugada del jueves 11. Miércoles y jueves son festivos en Portugal. Hemos cogido hostal joven en Lagos y alquilado una Mercedes Vito para nueve personas. Fallan María y Rodrigo por trabajo, y Ainara porque vienen sus padres.

Esto son algunas fotillos de lo que nos vamos a encontrar allí... Como véis todo muy normal... Lo que se en cualquier playa...

Las primeras imágenes son de Lagos. La tercera de Sagres y la última de Aljezur.

La maldición

Érase una vez un joven español que marchó a Lisboa para estudiar portugués y trabajar (gratis), ya que en su país de orígen, su profesión tiene el prestigio por los suelos y nadie parece enterarse que necesita una renovación urgente (no sigo por aquí que no paro).

El caso es que el españolito vivía tranquilo en la capital lusa. Disfrutando de su tiempo fuera de casa y aprovechando cada momento de su nueva vida. Un día, el despistado hombrecito se introdujo en el mar atlántico con el teléfono móvil en el bolsillo de su bañador. Se dio cuenta enseguida pero no evitó que el aparato entrase en coma profundo. Casi como un regalo de Dios, cuando ya marchaba de la playa esperando una pronta recuperación del teléfono, encontró uno abandonado en la arena. Lo recogió y decidió adoptarlo mientras siguiese sin funcionar el suyo. Era un Nokia antiguo y, al parecer, con una vida ya larga.

El español, confiado, no sabía que la ciudad de Lisboa tiene vida propia. Así como en la isla de Lost, el humo elige a sus víctimas, Lisboa escoge a aquellos no puros de alma que realizan algún acto no ejemplar. El español empezó a dudar de aquél supuesto regalo de los dioses cuando al hablar por su nuevo móvil, comprobó que no daba tono pero si llamaba y que el sonido era bastante defectuoso.

Pasó un día y se inició el castigo al español. La vecina del piso de arriba de dónde vive, salió a regar las plantas. Lisboa aprovechó para reunir las aguas y filtrarlas hacia el balcón de abajo. El portátil de nuestro español quedó mojado y lleno de barro. El español quedó desolado al ver aquello y nada pudo hacer para evitar el coma profundo de su ordenador. En ese momento se cagó en la vecina de arriba, pero empezó a sospechar de la presencia de algún ser superior que pretendía castigarlo.

La mañana del día siguiente al incidente con el ordenador, fue la peor de todas las que ha vivido en la capital de Portugal. La gente trató de animarlo, él se decició por hacer cosas nuevas aprovechando que no podía usar el portátil. Aún así las cosas no mejoraron. Y todavía fueron a peor cuando una noche decidió sacar su cámara de fotos para inmortalizar la noche lisboeta.

Su Sony tenía el botón para hacer las fotos roto, pero había apañado una forma para poder continuar haciéndolas. Sin embargo, esa noche, el botón se rompió. El palito que debía llegar para apretar la parte interior de la cámara no tenía la suficiente largura. Por suerte, no había agua cerca y el español pudo seguir haciendo fotos con un palillo y más tarde improvisó un botón nuevo hecho con una chincheta de la misma forma que el botón inicial y a la que le quitó la punta.

Dice la leyenda que esa noche un portugués le preguntó: "Tienes más aparatos eléctricos?" y el español respondió: "el ipod y el móvil español". Aquél hombrecito se preguntaba si no habría sido la propia Lisboa, quien con maldad, inició la maldición haciéndole entrar en el agua son el móvil en el bolsillo.

Su ipod a la mañana siguiente se quedó sin bateria y el móvil no deja de recibir publicidad de Movistar día tras día. Nada más se sabe de ese español. La gente mayor de la ciudad dicen que se encarga de lanzar al agua todo aparato eléctrico que encuentra a su paso...

Domingo: móvil, Lunes: portátil

Si. El título lo habéis interpretado bien. Quiere decir lo que estáis imaginando. Aunque no me he tirado con el portátil al agua.

Anoche llegué a casa y me fui al balcón con mi ordenador. Cogí una red y decidí dejarlo allí mientras hacía la cena. Al rato escuché un ruido. Como si callesen unas pinzas al suelo. No le dí importancia y seguí a lo mío. Pero al llegar al balcón, mi corazón dio un vuelco y mis ganas de matar se intensificaron con una fuerza desorbitada.

Caía agua del balcón de arriba. No entiendo aún de que forma, pero regaron y consiguieron mojar todo mi balcón. Anoche cuando me acostó, todavía filtraba agua desde el suelo de arriba. Mi portátil estaba ahí, con agua y barro.

Lo cogí y me lo llevé al baño. Lo sequé y le dí al botón: ...

Miré. La luz de encendido funciona. Se oye el ventilador. La pantalla en negro. Le ha entrado agua, se ve una mancha. (...) vecina!!!

Me lo llevo a mi cuarto, lo conecto a la red. Nada, igual. Me decido a desmontarlo para secar las piezas. Después de horas de operación, consigo abrirlo y secar las gotas que quedaban por dentro. No pude abrir la pantalla, que es lo más dañado. Cerré y mientras mi dedo apretaba el botón rezaba: ... igual.

Con pocas esperanzas he dejado el portátil al lado de la ventada. Para que el sol lo secase e hiciese un milagro, pero no ha sido así. Ahora lo he traído al trabajo para que me recomienden algo o le operen, ya que aquí son unos cracks de la informática y de los Macs. Lo bueno, dentro de lo malo, es que hay un seguro que cubre estas cosas. Lo muy malo es que estoy muy lejos del seguro y de la garantía.

Por si fuese poco, hoy he tenido una mañana estúpida. Me he despertado y lo he hecho todo con normalidad. Con sueño y cabreado ya que anoche me desperté unas cuantas veces después de haberme dormido. Salgo a la calle a las 9:30. A las 9:55 pasa el bus, pero con destino Sapadores. Es decir, tres paradas después de la mia. Bien! Media hora esperando para avanzar tres paradas cuando tengo que hacer unas veinte, yuju!!

Bajo en Sapadores y voy andando al metro, a unos 15 minutos. Llego a y cuarto a mi destino. Y camino para entrar en Digital Azul veinte minutos tarde. Me abre Toni y dice: que cedo vem hoje (que pronto vienes hoy). Y yo pensando, esto que es coña? Pero al avanzar y no ver a nadie, saco el reloj y miro: 9:24. He llegado 40 minutos antes al trabajo. Qué pasa aquí? Todo esto es por encontrarme un móvil y no devolverlo? Me cago en el kharma (como se escriba).

Novedades: Puedo ir al Corte Inglés de Lisboa. Lo compré en Valencia pero al ser la misma empresa me lo pueden gestionar igual.

Praia, praia e praia

Estaba observando que no escribo desde el viernes. Y es que el fin de semana ha sido bastante movidito y excepto para dormir he pasado poco tiempo en casa. Además me ha sido complicado coger red desde el balcón, así que por eso aparté la tarea de escribir en el blog.

El viernes después de trabajar ya ni recuerdo lo que hice...Vale ya. Estuve en casa porque era necesario poner una lavadora. Miguel Ángel se había marchado el día anterior a Barcelona. Álvaro también estuvo en casa después de hacer la compra tras tres días en su pueblo. Por la noche se vino Albert a cenar y la idea era después salir, pero al levantarme de la mesa tras cenar, me noté débil y decidí quedarme en casa para descansar. Dicen que quizás sea por el calor, pero esta semana pasada he estado muy cansado todos los días. Antes de acostarme estuve viendo "No es país para viejos". La película con la que Bardem ganó el Óscar. No la veáis, enserio.

Por la mañana teníamos intención de ir a la playa. A Cascais más concretamente. Pero cual fue mi sorpresa cuando me desperté sólo en casa. Aunque, afortunadamente Álvaro y Albert llegaron poco después para irnos a tomar el solecito. Ambos cansados, con mini resaca. Decidimos coger un tren que circula paralelo a la orilla del mar y cruza varios pueblos costeros. En media hora llegamos a Cascais, última parada de esta línea. Es un pueblecito muy bien conservado, del que no tengo fotos porque se quedaron en la cámara de Albert. 

La idea era encontrarnos con la pareja María-Íñigo, porque pasaron la noche en un hotel de allí, pero se marcharon a una playa más alejada. Así que los tres nos metimos en una playa llena hasta la bandera, que por la tarde estuvo más llena aún. Pero por suerte dimos con una playita más pequeña, a 5 pasos (literal) de la otra y con menos gente. Ahí pasamos la mañana, comimos, durmieron, miramos, cotilleamos, criticamos y reíamos. El agua helada, pero la vista espectacular. Casas al borde la playa, mini castillos y veleros muy cerca de la orilla.

Cuando pensábamos que eran más allá de las 6 pusimos rumbo a casa. Aunque en realidad no eran ni las 5. Lo que hace la insolación. Pero antes pasamos por una heladería famosa de Cascais: Santini. Como imagino que sabréis, el Rey Juan Carlos vivió en Estoril una temporada y Cascais queda a 4 minutos. La heladería tenía fotos del Rey y la familia real al completo. Qué helado! Muy bueno, pero muy caro. Tuvimos que hacer cola para comprar un heladito...

En casa caímos destrozados por el día de playa. Antes de cenar nos dormimos y a las 22 llegó Albert para cenar. Trajo una ensalada similar al mullaor que estaba muy buena. Después nos fuimos hacia Cais do Sodré, dónde habíamos quedado con vascas y cántabro (porque sólo quedaba uno. Alex se fue a Francia este finde).

Una vez todos juntos, caminamos hacia Santos, un barrio para salir de marcha. Por el camino perdimos a Albert que tenía otros planes y allí a Álvaro. Nos quedamos de charreta, mientras las vascas se acababan sus calimochos. Si es que estas mujeres no salen de casa sin vino y coca-cola. Estuve muy entretenida la noche. Tanto que incluso llegamos a hablar del terrorismo y la opresión que hay en Euskadi por parte de algunos nacionalistas. Y la verdad es que nos enteramos de algunas cosas que no sabíamos y además deshicimos algunas ideas falsas que teníamos.

Casi eran las cuatro y las chicas se movieron hacia la discoteca. Ahí me planté yo. La espalda me está dando pinchazos últimamente y no quiero volver a engancharme. Creo que es la cama. Porque está hecha una mierda y ya es más de un mes durmiendo en ella. Tuve la suerte de que Álvaro también iba para casa y nos fuimos juntos.

A la mañana siguiente también quedamos para ir a la playa. Pero lo hicimos con más tranquilidad para darles tiempo a superar la resaca. Álvaro y yo fuimos, junto a Miguel Ángel, recién aterrrizado, hacia Parede. Es un pueblecito unas paradas antes de Cascais. Nuestra idea era encontrar unas piscinas naturales que habíamos visto el día anterior, pero resulta que no estaban ahí. Sin embargo, encontramos una playa increíble. Con piscinas naturales, grandes vistas y playas de arena. Además de contar con unas casas espectaculares.

Lo mejor lo encontramos al bajar. Qué cuerpos... Álvaro miraba hacia una acera y yo hacia otra jeje. Luego vino Joao, un amigo de Álvaro y las vascas con Leticia y Rodrigo. Tardamos en encontrarlos porque hay varias playas por la zona y se perdieron. Miguel Ángel se durmió y luego nos bañamos todos juntos. El agua seguía fría aunque no tanto como el sábado. 

La nota de humor la puse yo al meterme en el agua con el móvil y el ticket del tren al agua. Lo hice antes de que se llegase el resto, cuando intentábamos comprobar si el agua de las piscinas estaba caliente.

Lo dejé secar toda la tarde pero no se recuperó. Pero Dios decidió recompensarme por el sacrificio, haciéndome encontrar un Nokia mientras nos marchábamos de la playa. Y, casualmente, también Vodafone. Olé y olé. Es antiguo, pero funciona y es más manejable que el otro. Mojo uno y me regalan otro. Creo que haré lo mismo con el coche. Por probar...

Nos fuimos de la playa cuando una niebla nos invadió. Algo muy raro porque eran las siete de la tarde. Parecía que iba a desembarcar un barco pirata. Además cambió el tiempo y empezó a hacer frío.

Parabens!!

Hoy felicitamos a Verónica de Luca desde Portugal:

Parabéns a você
Nesta data querida
Muitas felicidades
Muitos anos de vida!

Hoje é dia de festa
Cantam as nossas almas
Para a menina Verónica
Uma salva de palmas!

Tenha tudo de bom
Do que a vida contém
Tenha muita saúde
E amigos também

Hoje a Verónica faz anos
Porque Deus assim quis
O que mais desejamos
É que seja feliz!