martes, 12 de enero de 2010

Ce fini...

¿¡Pero cómo voy saltar desde un avión!?
Jaja. Hasta mi madre se lo ha creído. Que bien escribo, deduzco.

Bueno, como si hubiese sido un sueño. De pronto me encuentro en mi cama, en pijama y con el ordenador sobre las piernas, Como hace un mes más o menos. Sólo que me noto raro aquí. Siento que me faltan niños diciendo mi nombre hasta que se gasta y mosquitos picándome dónde jamás imaginé que lo harían.

Creo que necesitaré varios días para re-adaptarme.

Os voy a contar la aventura en avión que he vivido desde que salí de Buenos Aires:
Primero la despedida. Lo peor de todo. Me cuentan que Nico aún sigue llorando.
En Buenos Aires retraso pequeño porque faltaba un azafato. En Santiago, todo iba bien, casi perfecto visto lo bien acompañado que iba en el asiento. Y es que a mi lado se sentó una chica francesa muy guapa y muy simpática con la que al final he pasado toda la odisea.

A la hora de salir, cuando oí el sonido de la puerta cerrarse, envié un sms para avisar de que salíamos puntuales, pero un minuto después el capitán avisa de un retraso de media hora por un problema en la compuerta del avión. Pasada la media hora, anuncia que cambiamos de aparato ya que el arreglo de la avería llevará más tiempo de lo esperado. Ahí yo me cago en todo porque si hubiese avisado antes podría haber ido a cenar con mi primo Juan Manuel. Tiempo tenía de sobra. Nueva hora de salida a las 23:15.

Hasta las 00:00, hora de salida, estuvimos charlando y maldiciendo al que no supo arreglar la puerta. A esas horas, mi conexión con Valencia estaba perdida y la de la francesa con Toulouse, también.

Una vez dentro, todo OK y a volar...
Las 13 horas han pasado bastante rápido. Cuando me he dado cuenta sólo faltaban 4 para llegar a Madrid. Y en Barajas, hasta que no hemos tocado el suelo no he visto nada más que niebla blanca. El paisaje reflejaba los efectos de la nieve y el hielo del día anterior. Parecía una guerra.

Al bajar, me indican que mi vuelo sale a las 20:10 y el de la francesa a las 21:00. Pero teníamos que ir a nose donde para obtener una nueva tarjeta de embarque. Agarramos el tren subterráneo que nos lleva a la T4 desde la T4S, vamos a Iberia y nos dicen que vayamos arriba, una vez salido de la terminal. Salimos, vamos a Iberia y nos dicen que vayamos "ahí enfrente". Ahí enfrente dice: "pero esto no lo puedo hacer yo". Y ahí yo pensaba "la maleta se la va a comer alguien al final..." Creo que la francesa pensaba lo mismo pero en francés.

El de enfrente nos ha hecho el embarque, pero... no podía poner el número de la maleta facturada porque no se veía bien!!! Me dice que vaya a LAN para que me den el número y vuelva a Iberia. Me voy corriendo y dejo a la francesa haciendo su tarjeta de embarque. A los cinco minutos llega la francesa también corriendo para hacer lo mismo. Esperamos a que una pareja facture sus dos maletas para lo cual han necesitado 15 minutos, nos dan el número, nos colamos ante todos los que esperaban para facturar con Iberia y ¡por fin!

Yo a la francesa, Eloisa se llama, le decía que tranquila, que esto es España y pasan estas cosas. No se asombraba demasiado. Cuando le decía algo de esto, ella me comentaba lo bien organizado que está el aeropuerto de Bolivia y Perú, dónde estuvo de visita en diciembre, después de hacer un semestre de Ciencias Políticas en Santiago de Chile.

Así que por fin con billete y sin esperanzas de volver a ver mi maleta, hemos pasado por el control y tranquilamente nos hemos dirigido hacia las puertas K. Mi vuelo indicaba puertas HJK. Adivina, adivinanza, ¿cual será? Para Toulouse sólo K. Así que allí he estado hasta que la pantalla me ha enviado a la H27. Me he despedido de Eloisa, le he deseado suerte y en mi puerta he vuelto a esperar. 20:10, ningún encargado en la puerta de embarque. A las 21 horas hemos salido de Barajas y cinco minutos después, o eso me ha parecido a mi, han anunciado el aterrizaje en Valencia. Yo no identificaba nada. Me preguntaba si podríamos estar en otra Valencia desconocida para mí o si habían cambiado el aeropuerto. El avión baja, baja, baja, acelera y para arriba otra vez. ¿El piloto se ha equivocado? ¿Ha visto un caracol y no quería pisarlo? ¿Volvemos a Santiago? Bien!. "Señores pasajeros no hemos podido aterrizar porque teníamos demasiado viento de cola. Volvemos a intentarlo"

A la segunda fue la vencida. Todos para abajo, incluidos algunos políticos que venían a una reunión en Valencia con motivo de la presidencia española de la UE.

Salen las maletas. Dejan de salir las maletas... Silencio. Quedamos cuatro personas que nos miramos mutuamente. Vuelven a salir maletas. Ninguna es nuestra.

Viene el señor de Iberia y nos atiende. Mira mi pasaje, mi código de maleta y... "Tu maleta ha llegado antes que tú". Olé, que cabrona. Viene antes y no me avisa.

Y al final en casa. Se me hace muy raro. Se me hace pequeña la casa y me parece triste la ciudad. Voy a empezar a mirar cuando vuelvo.

Y ahora a dormir que estoy muy cansado. Mañana no voy a la radio. El jueves empieza mi semana.
A los de allá, "los extraño". A los de acá, "tengo regalitos para vosotros".

sábado, 9 de enero de 2010

El paracaídas

De nuevo con calor, atento al ataque de los mosquitos.
En Buenos Aires hace un tiempo espléndido que me hace sudar sin moverme. Anoche llegué al aeropuerto casi a la 1am me esperaban Nico y mi tío, además mi tía esperaba en el auto durmiendo.

El vuelo fue bien. Tranquilo y demasiado lento. Se me hizo eterno. Primero tuve que facturar mi maleta porque sólo permitían cinco kilos en el equipaje de mano. Aunque antes de que se la llevase le puse la contraseña y quité los euros que probablemente iban a desaparecer. Pero no, la maleta llegó bien.

El avión: Un aeroplano al menos procendete de la II Guerra Mundial con carteles en alemán, asientos verdes de cuero, ceniceros para los fumadores. En fin...Al menos funcionó. Pero la parada en Trelew me puso nervioso. No aguantaba más en el avión.

Lo mejor fue cuando antes de llegar al aeropuerto de Buenos Aires, el comandante dice: "Ahora el equipo de cabina les repartirán las mochilas con el uniforme de aterrizaje".

Al momento, una azafata se acerca a la puerta y el comandante dice: "En cuanto oigan la señal, agarren sus pertenencias, introduzcanlas en la maleta que les hemos dado y en fila esperen la orden de la azafata para saltar". Ahí yo ya dije, bueno estoy soñando, pero todo el mundo alrededor de mi actuaba como si nada. A la mujer de al lado la miré y me suelta: "¿Es tu primera vez?, no te preocupes. Lo peor que te puede pasar es que te trague la turbina".

Y bueno, el salto fue bien la verdad. Una experiencia nueva. Pero eso de que el avión no pueda aterrizar... Lo más curioso fue ver como tiraban las maletas todas atadas en un sólo paracaidas.

Y hoy me he levantado casi a las once, he conocido a Tobías, que mide dos palmos y estamos descansando dentro de casa porque hace muuuucho calor.

En Buenos Aires de nuevo





viernes, 8 de enero de 2010

Adiós El Calafate

Me quedan unas horitas para volver a Buenos Aires y poco más de 3 días para volver a España. Sigue sin apetecerme y menos aún con la de cosas que me están poniendo del máster. Que no quieren que vaya el día que llegó!!?? Esta gente...

Hoy he pasado una noche buena mientras dormía y de guerra cuando el cab.´. de mi compañero de litera me despertaba con sus ronquidos. Yo tenía la suerte de tener tapones pero sin ellos creo que le habría pegado. Qué manera de hacer ruido, qué pulmones tenía este australiano. Los podría usar para tragar agua y no respirar más mientras duerme... Una idea sólo.

Al final a las 8:30 me he puesto en pie, duchado, desayunado, pagado el hostal y las excursiones y he ido a dar una vuelta por el pueblo. Hoy hace calor y además está el sol fuera, de manera que agobia andar por la calle porque además no puedes ir con manga corta ya que sopla de vez en cuando una brisa muy fría.

Anoche cené salchichas, chorizos y pollo frito. Estaba bastante bueno aunque nada comparado con los de mi tío. Hicieron la cena los del hostal. Éramos unos 25 a la mesa y sólo seis de habla hispana. El resto australianos unos cuantos, yanquis y demás extranjeros de habla inglesa.
A mi lado, el grupo hispano, se sentó una chica de Taipei (Taiwan) que hablaba muy bien español. Está de visita en Argentina y tiene previsto vivir un año en España. Era maja pero si no le preguntaba no hablaba así que me cansé y después de cenar me puse a leer. Mal hecho porque luego llegué a la cama y ya estaba el cabr.´. durmiéndose, con lo que no dispuse de ventaja para dormirme antes que él.

Por fin terminé el libro que comencé a leer en Lisboa a mediados de junio. Ha costado ¡eh! La razón es que iba a ratos. No me ha gustado el final aunque me enorgullece poder decir que he leído un libro de 400 páginas en otro idioma que no es castellano ni valenciano. Además he aprendido muchas expresiones nuevas.

Un niño, bastante pesado, todo hay que decirlo, decía ayer en el catamarán que tenía miedo del cóndor, que nunca antes había oído hablar de él y que ahora no quería que le agarrase. Esto después de que el guía nos indicase que el ave más grande de la zona (3 metros) rondaba por encima de nosotros.

Me aburro un poquito. Tengo ganas de llegar a Buenos Aires ya. Son las 13h, me restan 5:30 horas hasta que me recoja el bus para el aeropuerto. A ver que me invento para no aburrirme...

jueves, 7 de enero de 2010

Nació Tobias!

Antes que nada, felicidades a mi prima Lali y a Ezequiel por su primer hijo!!! Tobías nació esta noche a la 1am y no me he enterado hasta casi un día después jeje. Aunque su nacimiento se prevía para final de enero, no ha querido esperar a que me vuelva jeje.
El sábado lo veré porque mañana vuelvo a medianoche y no creo que me estén esperando.

La excursión de hoy ha sido tranquilita. Modo relax. En un catamarán nos han hecho un recorrido por el inmenso e inacabable lago argentino. Nos han avisado antes de comenzar de que podría darse el caso de que no viésemos el glaciar Upsala debido a que bloques de hielo taponasen la entrada y así ha sido. Era el único que quería ver y me quedado con las ganas. Es el maás grande de todos y el que más rápido se está deshaciendo. Muestra de ellos, los enormes icebergs que habían a su entrada. Gigantes. Ya veréis las fotos. Así que he visto muchos bloques de hielo, cataratas preciosas producidas por el deshielo, caballos salvajes, montañanas con paredes verticales, aguas turquesas...

Nos han llevado a ver el glaciar Spegazzeli o algo asi. Es el más alto de todos. 110 metros en su parte más alta. Enorme. Además, nos hemos acercado mucho. Y tiene una montaña detrás que lo hace más inmenso todavía.

Luego, en compensación por el Upsala nos han llevado a ver la cara norte del glaciar que vi ayer, el Perito Moreno. También gigante y muy larga. Yo ayer ví la sur y la oeste. Aunque hoy la gente no ha tenido la suerte de ver caídas. Yo tengo algunas grabadas de ayer.

Poco más que contar. La verdad es que el paisaje es increible. En una conversación entre guías, uno decía que no hay palabras para describir esto y el otro le ha respondido que simplemente no hacen falta las palabras. Y así es. Esto es naturaleza como jamás habéis visto e incluso no podéis ni imaginar. La naturaleza que tenemos en España o alrededores no es nada comparado con esto. Hay que venir más tiempo para poder ver bien todo lo que hay por aquí.

Esta noche es la última aquí y me han "invitado" a cenar en el hostal. "Invitado" porque dicen que preparan la cena y luego se divide el coste entre todos lo que cenen. No tiene mala pinta, además son muy majos todos. Se presentan si no te conocen y siempre están preguntando si todo está bien.

Mi compañero de litera esta noche nos ha dado la nochecita. Habré pegado de golpes a la cama para que dejase de roncar...A las 6:45 ya estaba en pie y él me ha adelantado con buena cara. Claro, como él ha dormido. Cabr.´.

Mañana me espera un día de espera. A las 20:30 sale mi avión. He hecho el check-in por internet y sólo quedaba un asiento en el avión para elegir!! El 10B, que horror, en medio de dos. No me gusta. Como puede ser que todo el mundo tuviese ya su asiento! Además no puedo imprimir el billete porque no hay impresora aquí. Mañana lo intentaré en un locutorio que hay en el pueblo y sino que me lo impriman las señoritas de Aerolineas Argentinas.

De momento, ahora voy a comprar agua y algo para picar. Luego al banco y de vuelta aquí para cenar.

Hasta mañana!!

miércoles, 6 de enero de 2010

Ufff...el glaciar...

¿Por dónde empiezo? Hay tantas cosas que contar que nosé qué decir. Me había hecho un esquema mental mientras venía en el bus de vuelta, pero me he dormido y creo que en alguna curva las ideas se han perdido.

Bueno, esta mañana a las 9 han pasado a recogernos a 6 personas del hostal. En un mini buscon 38 personas hemos ido hacia el parque nacional de El Perito Moreno. Al llegar hemos pagado 75 pesos. Justo hoy han subido el precio de la entrada. Antes eran 60 pesos.

Después de un paseo dentro del parque, de pronto se ve a lo lejos una masa inmensa de hielo que corta el paseo del agua y baja desde las montañas. Me había hecho una idea basada en las fotos de mis padres, pero es impresionante visto en vivo. Da la sensación de que te diriges hacia algo increíble que jamás vas a olvidar.

Es algo tan grande, con tantos años. El poder de la naturaleza. Tiene tanta historia. Las cataratas son increíbles pero esto es algo que no se ve en cualquier sitio. No tiene comparación ni demasiada explicación.

Al final, llegamos a una playa para embarcar en un bote, desde la que no se ve el glaciar. Primero he preferido ponerme fuera pero el viento era horrible y me he pasado al interior. Aunque cuando ha aparecido el glaciar, he tenido que salir fuera. Habían trocitos de hielo a su alrededor y a menudo que nos acercábamos, parecía más grande. Entre 30 y 50 metros de altura nos han dicho que tiene, 30km de largo, una profundidad de 120 metros en su parte más profunda...

Al principio no hacía muy buen día y las nubes cubrían las montañas. Después del paseo en bote, un guía nos ha explicado cosas del parque nacional y tras ponernos un calzado con tacos hemos subido al glaciar. En fila, hemos ido ascendiendo mientras nos contaban cosas de su formación, de su contenido y estructura, etc. No hacía demasiado frío y estaba muy duro. Habían grietas y pequeños riachuelos del deshielo. Más de dos horas ha durado el paseo y se me ha hecho muy corto. Al final, el guía ha recogido hielo, lo ha servido en un vaso y nos ha dado wishky. Estaba un poco fuerte pero bueno, la intención es lo que cuenta.

Después hemos vuelto al bote, aunque antes hemos tenido al oportunidad de dar un paseo por el bosque. Además, antes y después de la excursión he podido ver y grabar roturas de trozos del glaciar. El ruido que produce es espectacular, como si un rayo cayese cerca nuestro.

A las 16h hemos salido de allí para ir a la otra parte del glaciar y hacer fotos. Allí hacía más frío y además se nublaba. Aunque las montañas se venían perfectas y he podido hacer fotos espectaculares. Este lado tenía más actividad y la gente se volvía loca con cada caída. Sólo hemos podido estar una hora en este lado, pero estaba tan cansado que ya no me hacía falta más. La verdad es que algo así te carga de felicidad. Ver estas cosas, las cataratas o esto, no tiene explicación la sensación de tranquilidad que te aporta.

Al parecer me he quemado un poquito la cara. No demasiado. Mañana visito el Gran Uppsala. A las 7:15 me recogen, así que toca madrugón. Este glaciar es más grande que el Perito Moreno, pero se está deshaciendo. Cada año pierde 200 metros de largo y once de espesor, algo que no le ocurre al de hoy porque tiene unas características especiales que le permiten mantener el equilibrio entre pérdidas y ganancias de hielo.

Hace un ratito que he llegado y al parecer me he dormido todo el camino. Ahora me ducharé, cenaré y a dormir pronto. Anoche dormí muy bien. Tengo un buen colchón y dos compañeros que no hacen ruido. Cuando estaba dormido llegó el nuevo, que duerme en la cama de arriba. Ronca, aunque sólo me molestó un rato. Luego moví la litera y se dio por aludido. Hoy espero que siga igual.

Por cierto, hará tres noches fui de cena con mis tíos a un restaurante llamado Angie´s. Comimos matambre que es la parte de la vaca que está entre la piel y la carne y no es la grasa, y también provoleta (queso fundido en la parrilla). Mi tio se encontró con un conocido que va y le dice señalándome: "No se puede decir que no es hijo tuyo".

Todos dicen que nos parecemos un montón. Mi tía Marga dice que soy Giner. Será cosa de los genes.

Y hasta aquí, la aventura de hoy. Ya quedan pocas. Mañana otro glaciar.

Bona nit!! Contadme que os han traido los reyes!!

martes, 5 de enero de 2010

En El Calafate

Bueno, bueno, ya me he dado un paseíto por El Calafate y estoy para el arrastre.
Ahora que estoy cansado y no pienso moverme del ordenador hasta que me duelan los ojos, os voy contando paso a paso el día de hoy. Ahora son casi las 18h, está nublado y hace viento.

A las 4 me he levantado y con mi tía Marga nos hemos ido hacia el aeropuerto bajo una intensa niebla que no dejaba ver más allá de veinte metros. Al aeropuerto he llegado a las 5:25 y tras pasar el control en el que he metido todos los líquidos que me ha dado la gana y no me han dicho ná de ná, he llegado al embarque. Ha sido todo rapídisimo. En el avión me ha tocado con dos mujeres argentinas, una de ellas me ha estado preguntado sobre qué regalo hacerle a su hijo. Me ha visto el ipod y le ha gustado. Sus otras opciones eran el iphone y el ibook. Todo barato.

El avión ha hecho escala en Treulén. Media hora hemos estado parados hasta que han subido los nuevos compañeros de viaje. Otra vez despegue y otras vez almuerzo. He tenido doble almuerzo y lo he aprovechado para guardarlo para la hora de comer. El aeropuerto nuevo, justo al lado de un lago increíble. ¿Os dije que el de Iguazú era pequeño no? Este más aún.

Desde allí me ha llevado al hostal una furgoneta contratada. 26 km con el lago a un lado y montañas al otro lado. Muy bonito todo. El pueblo está bastante bien arreglado. Por momentos no parecía Argentina. Pero luego, al desviarse del centro, aparecen calles sin asfaltar.

En el hostal I Keu Ken, me han tenido 3 horas esperando para darme la habitación. He comido, he escrito en el blog y me he aburrido. El sitio es pequeño pero muy acogedor. La habitación al final me ha tocado con una pareja. Es de cuatro, pero de momento sólo somos tres. Ella habla un poco de español pero parece antipática, porque me habla con una desgana...

Después de dejar las cosas y comprobar que la cama es bastante buena, he contratado las excursiones y me he ido a pasear. Desde aquí se ve al lago así que mi destino estaba claro. Pero a la vista y en el mapa parecía cerca. Sin embargo, a cada paso se alejaba más. Después de una horita caminando y soportando el viento que me tiraba hacia un lado, he llegado al agua dónde unos flamencos reposaban tranquilos. He hecho unas fotos, he visto las montañas nevadas detrás del lago y me he vuelto. La vuelta ha sido más rápida, he dado un paseo por la calle principal para ver precios y luego he entrado en el supermercado para comprar algo de comida.

Ahora hace una horita que he vuelto. Me tumbé un momento en la cama y casi me duermo. He comido un alfajor y como ahora hay poca gente me he apropiado de uno de los dos ordenadores. Aquí anochece a las 22h así que queda sol para rato, aunque creo que acabaré pronto en la cama.

Mañana a las nueve pasan a por mí para el minitrekking. Es una excursión en la que se pasea por encima del glaciar Perito Moreno. El jueves iré a ver el Gran Upsala.

Me doy cuenta de que estoy casi al sur del mundo. En uno de los próximos viajes llegaré al final, a Usuhaia. Tengo una gran lista de sitios que ver en Argentina. Todo el mundo habla maravillas de Salta, Mendoza, Rosario. Además tengo que ver Bariloche, Usuahia, Jujuy, Córdoba y profundizar por Buenos Aires. Seguro que me dejo algo.

Espero que los reyes magos os traigan muchos regalitos. Yo esperaré a ver si llegan hasta aquí y me traen dinero para tener unas vacaciones más largas.

Por cierto, Argentina y América Latina están de duelo por la muerte del cantante Sandro. Era muy querido y le llamaban el Elvis argentino. Mirad algún video porque no tiene desperdicio como bailaba. Murió después de un cáncer de pulmón y un doble transplante de pulmón y corazón.

Besos...

Frío en el sur

Ya estoy en El Calafate.
Hace frío, 10 grados, aunque se aguanta bastante bien. La zona es increíble. Hemos aterrizado al lado del lago Argentina, una maravilla. Y con la furgoneta hemos recorrido un trayecto con el lago a la derecha y montañas al estilo el Gran Cañón a la izquierda. Mi hostal está alejado del pueblo, arriba, se ve todo desde aquí.

Tenemos Internet aunque lento y un teclado...sin letras. Ahora estoy a la espera de que me den habitación. Hoy será día de relax y mañana y pasado de excursiones.

Creo que voy a notar mucho pasar Reyes aquí solo. Son muchos días y aunque no quiero volver a España, echo de menos a la gente. Todos estos viajes son más bonitos acompañados.

Luego os cuento más. Voy a hacer algunas fotillos.

Camino al sur

Chicos y chicas, estaba intentando subir fotos pero pesan demasiado. Lo haré otro día con más tiempo.

Hoy he tenido visita turística a Buenos Aires en coche. Igual que anoche pero hoy de día. Cuando vuelva de El Calafate haremos una visita a pie. Aunque me doy cuenta que para conocer esta visita debería estar una semana sólo caminando por esta ciudad. Así que la próxima visita tendrá una parte exclusiva en Buenos Aires.

Mañana, en 8 horitas parto hacia el sur. Son casi 4 horas de vuelo hacia el frio. 15 grados de media y en la maleta mucha manga larga y pocos bañadores. Quizás para ir acostumbrandome a lo que me espera en España. Hoy me he dado cuenta de que sólo falta una semana para volver. Qué poquitas ganas. Hay tantas cosas por hacer al volver...

Bueno en cuanto llegue allí, escribo algo. A las 4 de la mañana me levanto, así que me voy a la camita a dormir.

Buenas noches!

domingo, 3 de enero de 2010

Feliz año

Hola muchach@s,

¿Como van los primeros días del año? Los míos muy relajados. Sin preocupaciones, aunque contando ya los pocos días que me quedan para volver. Contando los que me quedan y los que me faltan para volver aquí.

El año nuevo aquí se celebra de forma muy distinta y todavía más cuando hay niños. Sin uvas, no hay emoción por saber si alguien se ahoga con ellas o las escupe todas a la quinta campanada. Aquí, a las doce, alguien dice que ya estamos en 2010 y todos se abrazan, se felicitan y se besan. Luego se sigue comiendo y bebiendo.

Ahora mismo estoy en el salón viendo la tele con el ventilador porque hace un día muy caluroso. Peligroso incluso. Esta tarde nos vamos a visitar el centro de la ciudad y así aprovechamos que es domingo y habrá poca gente. Pero además busco un libro que escribió mi padrino y del cual acabo de tener conocimiento, pero no está siendo nada fácil. No aparece ni el libro ni el autor. "El inca del tiahuanaco" se llama. Ganó un premio internacional sudamericano. Así que en su bucas estoy.

El día 1 fuimos Andrés y yo a ver el paso del Dakar por la autopista en su primera etapa. Hicimos un montón de fotos. Las carreteras se llenaron de gente, pero son unos inconscientes porque se metían en la autopista, la invadían y abucheaban a la policía. Aproveché las fotos para colgarlas en Siglo XXI, si queréis verlas entrad en el diario y en Motor: Fotos del primer día.