viernes, 26 de junio de 2009

Javi continúa aquí

Buenos días!!
Ya he pasado la primera noche por estas tierras. Nos levantamos no muy tarde y yo me levanto como resacoso, cosa mala. Álvaro está cocinando, me dice que no es su desayuno, menos mal, revuelto de verduras y lo que parece ser un principio de molde donde meter las verduras (¿posible quiche?). El día acompaña de aquella manera, pero al final el sol hace acto de presencia y nos ponemos los bañadores y a la playa que vamos. Como somos así de guays, nos vestimos de semáforo, Álvaro de amarillo, Miguel de verde y yo de rojo (¿qué pasa?), pero la gente no nos hace fotos por la calle, será algo normal aquí. Cogemos un autobús, en el que yo pago con sonrisas, y llegamos a la estación de trenes, porque tenemos que coger uno hasta nuestro destino: Estoril.


Allí seguimos la marea de gente para que nos guiaran por el buen camino hasta la playa, y así ha sido, qué majos! Una vez allí buscamos un sitio despejado en el que poder tomar el sol tranquilamente y demás cosas típicas de las playas. El agua estaba fresquita, se podía soportar, aunque el fondo rocoso hacía que andar con normalidad fuera complicado, nos hemos bañado varias veces. El día transcurría con normalidad hasta que ha aparecido un grupo de cuatro hombres con un cámara, un tío que llevaba un felpudo en un palo (Miguel dice que era el encargado del sonido) y una chica con una carpeta. No entendemos cuál era la finalidad de lo que grababan, pues después de hacer estiramientos, jugar con una pelota, han acabado tirándose al agua en plancha...y sonaba com0 cuando cascas un huevo!

A eso de las 18:00 nos hemos ido, ya estábamos cansados de tanto sol. Y bueno, poco antes de coger el tren de vuelta comenzábamos a ver los efectos de la radiación sobre nuestra piel, así que yo pensaba comprar (porque la cosa ha quedado en pensaba comprar una cosa que ha resultado ser otra) aftersun o hidratante en el súper de la estación. Compramos comida y la supuesta crema hidratante y nos vamos a por el autobús...que esperamos durante más de media hora larga. Imaginaos la situación, un atuobús de los más utilizados en la ciudad que no llega, la cantidad de gente que se ha acumulado no es normal. Pues bien, aquí tienen la costumbre de hacer cola, conforme llegas te colocas detrás del que hasta entonces era la última persona. Como nosotros hemos sido de los primerísimos en llegar, la gente se colocaba detrás de mí...follow the lider! Y así ha sido, paso que daba, paso que daban los de atrás...casi les hago bailar el aserejé, pero abundaba la gente mayor.


Por fin estábamos en el autobús (pago con otra sonrisa), cansadísimos, con arena entre los dientes y con las zonas que antes amenazaban con hacernos recordar el día en la playa escociendo, he decidido utilizar mi maravilloso bote de "crema hidratante" de 500 ml marca la patata sobre mis piernas. "Qué alivio noto Miguel...huele a jabón!!!"...¿huele a jabón?, desgraciado de mí que no sé leer: "Sabonete Líquido Ultra Hidratante"...bieeeeen!!!! Por lo menos me ha aliviado y sorprendentemente se ha absorbido bien, hasta que ha empezado a acartonarse y andaba como Pinocho. ¡Qué olor a jabón, qué autobús más limpio!



Pues ahora estamos ya duchados, Álvaro viendo Buffy, Miguel preparando la cena y yo actualizando su blog desde el balcón, prácticamente donde hacen vida los habitantes de Lisboa, al menos en este barrio (la gente desaparece de las calles a eso de las siete de la tarde). Esto es todo de momento, vamos a cenar y a prepararnos para una noche de viernes en alguna zona de marcha. Ea pues... ate logo!!

1 comentario:

  1. Te has duchado pero no te has puesto jabón, verdad?, ya llevabas medio litro....JAJAJAJA, q tonto!.
    Qué majos los autobuseros de Lisboa, si les caes bien no pagas, no?, anda q.....
    Un besete!.

    ResponderEliminar