Esperando a Javi

Mañana una comitiva formada por mi irá a recibir a Javier González. Durante los próximos cinco días, este caballero nos honrará con su presencia. No prometo que vuelva a Valencia, eso es cosa suya.

Y mientras llega su avión, aquí seguimos trabajando día a día. Si queréis ver parte de mi obra, entrad en Siglo XXI (que seguro que hace mucho que no entráis) o en la web de Digital Azul. Ahí desde ayer está disponible la versión en español y que estoy traduciendo yo. Me han prometido que en el primer trabajo que reciban desde España, me corresponderá el 5% de las ganancias. Espero que sea muuuuy grande ese trabajo.

Os voy a dejar algunas fotillas que voy a coger al azar y sin mirar. Espero que no estén repetidas. La primera es la magnífica foto que nos hizo una camarera. La segunda es del mirador de Santa Lucía. Esta de aquí abajo es en Belem.

Esta es también en Santa Lucía. El mirador queda a la derecha, hacia abajo Rossio, a la izquierda el Castillo y en frente mi casa.

La lavadora ya la tenemos arreglada. Álvaro compró la pieza rota y yo la substituí en la puerta, así que ya lavamos sin problemas.

Y he vuelto a conectarme desde el balcón. Eso sí, un poco paraonico, porque en cuanto oigo un ruido parecido al agua, me retiro dentro de la habitación.

Aquí ya empiezan las vacaciones. Algunos ya están de descanso y los niños ya no tienen colegio. Se nota la llegada del verano, aunque llegó ya hace varias semanas. Esta tarde nos vamos a ver la semifinal de la Copa Confederaciones que disputan España y EEUU.

Esta es la entrada de la academia.

Un dato: Además de escupir al suelo, sobre todo la gente mayor, a los protugueses les gustan mucho los tatuajes. Y no son de hacerse sólo uno, los jóvenes suelen llevar varios.